La teleenfermería fue definida por el Consejo Internacional de Enfermería como “el uso de la tecnología de las telecomunicaciones en la disciplina enfermera para mejorar la atención a los pacientes” (1). Dentro del concepto de teleenfermería se incluye el seguimiento y control del paciente a través de la utilización de páginas web, correos electrónicos, mHealth, mensajes de texto y videoconferencias (2).
La integración de la teleenfermería en el Sistema Sanitario de Salud se considera prioritario y de gran relevancia, ya que éste, en sus nuevas líneas estratégicas, pretende que el paciente sea el protagonista sobre su cuidado, cobrando cada vez un rol más activo (3). En concreto, la teleenfermería, está orientada a favorecer la autonomía del paciente, el seguimiento individualizado, así como una relación enfermera-paciente más cercana (4).
La utilización de teleenfermería, unida a la atención habitual, podría estar relacionada con una mejora en el acceso a la atención, el conocimiento de la enfermedad, la adherencia al tratamiento farmacológico y la solicitud de ayuda durante ésta (2). Mejorando así el autocuidado, el grado de satisfacción (5), la calidad de vida, el control de los síntomas (6) y disminuyendo las exacerbaciones, las visitas a urgencias, los reingresos y los días de hospitalización (7), lo que provocaría una disminución de los costes sanitarios (8).
Por otra parte, la simulación clínica se está incorporando progresivamente a los programas docentes en respuesta a una asistencia sanitaria cada vez más compleja. La simulación clínica, permite recrear un escenario, lo más fiel a la realidad, y que el alumno pueda resolver un caso clínico, siendo analizado y evaluado posteriormente con los profesores (9).
Este tipo de herramienta docente tiene cuatro objetivos principales: educación, evaluación, investigación y facilitar la seguridad del paciente. Cada uno de estos propósitos puede alcanzarse mediante la utilización de diversas técnicas como el role-play, herramientas de alta y baja tecnología y diversas configuraciones, que pueden realizarse tanto en el aula como en un entorno real (10).
Dentro de las ventajas que presenta la simulación clínica cabe destacar que: proporciona un entorno seguro, tanto para el paciente como para el alumno, permite la repetición ilimitada de procedimientos, favorece el análisis reflexivo tras el procedimiento y disminuye el gasto sanitario (11).
Chike-Harris y col. (12), llevaron a cabo un estudio que pretendía valorar, en alumnos de enfermería, la efectividad de un programa de simulaciones sobre telemedicina, en concreto sobre el seguimiento y control de pacientes a través de videoconferencias. Sus resultados mostraron un incremento en las puntuaciones de los test realizados después de la simulación, respecto a los realizados con anterioridad. Sin embargo, en sus conclusiones indican que este estudio debería ampliarse, en un futuro, a un mayor número de alumnos de enfermería. Además, en la actualidad no se han realizado estudios, en población universitaria española, que analicen la utilización de las sesiones sobre la simulación de teleenfermería, en concreto la simulación de video conferencias entre el profesional de enfermería y el paciente, como herramienta docente.